Los hoteles, post Covid-19

Por Staff Brain

Debido a la pandemia, el mundo tendrá que transformarse desde diversos ángulos: económico, político y social. El turismo no es ajeno a estos cambios y, en particular, los hoteles tendrán que evolucionar para encaminar la recuperación.

El primer punto a considerar es el costo. Es cierto que, actualmente, los hoteles han lanzado ofertas para incentivar a los turistas. Sin embargo, una vez que las restricciones disminuyan, el precio subirá, al no poder tener los establecimientos a su máxima capacidad de huéspedes y debido al costo extra que tendrán que solventar para implementar medidas sanitarias.

¿Cómo serían estos hoteles post-Covid?

Habrá que considerar, primero, el siguiente punto: el turista necesitará sentirse seguro, moviéndose con libertad en las instalaciones. Esto, en definitiva, contribuirá a que el huésped pueda liberar el estrés y encuentre el ambiente de relajación y esparcimiento que uno busca cuando sale de vacaciones. Bajo este planteamiento, la operación hotelera, tal como la conocemos, sería insostenible.

El hotel deberá garantizar que las medidas de sanidad estén puestas en marcha en cada uno de los espacios del establecimiento. Sin embargo, para llevarlo a cabo será importante que se haga sutilmente, de lo contrario, si los huéspedes observan al personal limpiando a cada momento, será un constante recordatorio de la pandemia.

Lo anterior, se podrá lograr de la manera en que se ha hecho con la limpieza de las piscinas. Realizar esta labor en horarios en que la menor cantidad de huéspedes puedan observar, ya sea muy temprano o muy tarde. En tanto, durante el día se podría hacer la sanitización de una manera más discreta.

¿Qué hay de los servicios?

Una vez que se ha alcanzado el objetivo de tener el establecimiento en óptimas condiciones sanitarias y logrado transmitir seguridad a los turistas, ahora toca enfocarse en los servicios y áreas comunes.

Para que sea viable la sana distancia, será necesario administrar las áreas comunes. Establecer horarios para su disfrute, de la misma manera que en los cruceros existen los tiempos para el uso del comedor. De igual manera, habría que plantearse la posibilidad de ampliar estos espacios.

El área de alimentos y bebidas no solamente deberá limitarse a horarios específicos sino que los populares bufetes desaparecerán, tal cual los conocemos, y habrá que instalar estaciones de alimentos o menú a la carta.

Uso de la tecnología

La tecnología se convertirá en un gran y necesario aliado con el objetivo de minimizar el contacto físico del huésped con el personal del establecimiento. Por ejemplo, al igual que en los aeropuertos, una opción será implementar el check-in virtual para obtener el registro antes de arribar o si es al momento de la llegada, colocar quioscos automatizados.

Las pulseras electrónicas para tener acceso a las diferentes secciones del hotel se convertirán en un elemento imprescindible. Este gadget permitirá controlar el aforo de las zonas, limitando o no el acceso, como ya se ha visto en los parques temáticos.

Así como estas soluciones tecnológicas, vendrán otras como menús electrónicos o a través del teléfono móvil, uso de comandos de voz en elevadores, mayordomos virtuales y un largo etcétera.

Consideraciones finales

Aunado a lo que se ha expuesto en este artículo, para reforzar aún más las medidas sanitarias, el hotel deberá contar con servicio médico, en caso de que algún huésped presente síntomas relacionados con el Covid. Por esto, adicional a la tarifa de hospedaje, se podrían ofrecer una gama de seguros médicos a precios accesibles para no desmotivar a los turistas.

Finalmente, los hoteles tendrán que obtener y exhibir al público, las certificaciones que irán surgiendo para darle certeza al turista que está hospedándose en un establecimiento que cuenta con las medidas de salud adecuadas para disfrutar su estancia.

Con el tiempo irán surgiendo diversos esquemas de operación en los hoteles y grados de seguridad. Lo que es un hecho es que el éxito de estos establecimientos dependerá de la capacidad que tengan para innovar y adaptarse a la nueva configuración del turismo.

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