“Los países con la mayor densidad de robots tienen también las tasas de desempleo más bajas. La combinación correcta de tecnología y humanos impulsarán la prosperidad” – Ulrich Spiesshofer, Presidente y CEO de ABB
Por Ariel Juárez
La semana pasada, el Colegio Nacional de Turismólogos y la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (FEMATUR) organizaron una mesa virtual cuyo nombre fue el de este artículo y a la cual fui invitado a participar. Ahí, junto a otros expertos del turismo, conversamos sobre las tendencias, retos y oportunidades que la tecnología y, en particular, la Inteligencia Artificial (IA) nos presenta de cara al futuro inmediato y en específico ante el COVID-19. Las aportaciones fueron diversas e interesantes, lo que permite ver la necesidad de que el sector turismo aproveche el momento actual para impulsar la IA.
El concepto de Inteligencia Artificial existe desde 1956 y el término fue acuñado por el reconocido informático John McCarthy, aunque uno de los primeros retos en este campo fue propuesto por el famoso matemático Alan Turing en 1950, el cual consistía en el conocido test “Un sistema es lo suficientemente inteligente si consigue hacerse pasar por humano ante las preguntas de un juez”. Curiosamente, este test sigue siendo un gran desafío a día de hoy. Por tanto, la IA se refiere a la simulación de inteligencia humana por parte de las máquinas, presente cuando un sistema computacional imita algunas de las funciones de cerebro humano, y se realiza mediante una serie de procesos repetitivos a través de una gran cantidad de datos que las maquinas procesan.
En nuestros días, la IA está presente en todo momento, aunque no nos demos cuenta de ello. Está, por ejemplo, en forma de asistentes virtuales capaces de reconocer nuestra voz en los teléfonos inteligentes o en tu Smart T.V. También se encuentra en algunos dispositivos del hogar, desde termostatos inteligentes hasta refrigeradores. Empresas como Google y Microsoft los tiene presentes en los filtros de SPAM de tu correo. O bien en algunos anuncios personalizados donde trabajan en buscadores y redes sociales, eso sin mencionar los videojuegos o los vehículos autónomos. Algunos casos curiosos que son pocos conocidos son los Chatbots, los cuales son sistemas que realizan un interesante uso del “Natural Language Processing” y que permiten una comunicación coherente con seres humanos, ya sea oral o escrita Así, para la próxima vez que reportes una falla en tu servicio de TV probablemente estarás charlando con uno de estos sistemas inteligentes y no con un humano.
Oportunidad en Turismo
El turismo tiene una gran oportunidad con esta tecnología. Una es el reconocimiento facial. En los hoteles, por ejemplo, podría ser un importante elemento de seguridad o simplemente al abrir puertas automáticamente al personal cuando llevan las manos ocupadas, lo que reduciría drásticamente el contacto con elementos de contagio por COVID-19. De la misma forma, recibir a los huéspedes sin contacto físico, sin un contacto en el registro o incluso la puerta permitiera la entrada a su habitación sin tocarla. O qué decir del aumento de la seguridad y la disminución del tiempo en un aeropuerto con acceso por reconocimiento facial.
Ejemplos un tanto diferentes son las campañas de marketing inteligente en las que, a partir de sistemas de IA principalmente, impulsan a buscadores y redes sociales a analizar toda la información que disponen de los usuarios, para mostrarle anuncios con los que probablemente interactuará. Mediante técnicas de segmentación, permiten aumentar la probabilidad de tener éxito en la venta de un destino o producto turístico, al mismo tiempo de irlo midiendo para conocer su efectividad e impulsar y cambiar de inmediato la estrategia.
Un elemento importante y que siempre se debe tener presente es la privacidad de la información y es que, aunque la tecnología sea impresionante y permita cientos de nuevas posibilidades para atender a los clientes y hacer su estancia más agradable, debe existir una legislación que respalde esa privacidad. Obtener y almacenar datos de identificación o biométricos de una persona sin su consentimiento, no está permitido por la ley actualmente. Por lo tanto, es imprescindible contar con leyes que nos permitan obtener ese permiso, por ejemplo, en el check-in. Con ello, tanto desde la parte de la tecnología y la IA, así como con un respaldo legal, se nos abre un mundo de posibilidades infinitas para llevar al turismo a una recuperación inmediata.
En mi perspectiva, la tecnología y las TI en el futuro cercano no sustituirá el trabajo realizado por los humanos, por el contrario, nos encaminará para capacitarnos en otros campos relacionados con cada una de las ramas de la actividad económica para aprovechar al máximo la tendencia. Del mismo modo que veo muy lejano el momento en el que una experiencia virtual sustituya una experiencia vivencial, placentera y de felicidad que provoca un viaje.
Me parece muy interesante, cada vez más las empresas turísticas se van adaptando a la innovación.